«No cometas un error a la hora de juzgar las grasas, te puedes llevar una buena sorpresa.
Poca gente cocina hoy en día usando tocino de cerdo. La imagen que despierta en nuestra cabeza es obesidad, arterias bloqueadas, ataque al corazón. Sin embargo, esta creencia no es correcta. En realidad, al sustituir la grasa de cerdo por aceites refinados, como el de soja o girasol, y sobre todo, por carbohidratos como el azúcar, podemos empeorar nuestra salud.»
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